lunes, 27 de julio de 2009

Educación, Deporte y Circo



Comenzaré este artículo haciendo una breve reflexión de que es el circo, como ha evolucionado y como podemos relacionarlo con la educación.

Todos conocemos, aun que sea por encima, la historia del circo, desde la época romana hasta lo que actualmente conocemos por Circo. Por suerte el concepto de Circo ha evolucionado hasta darse cuenta de que la representación de espectáculos con animales no era ni ético ni moral, pero no me quiero desviar demasiado por ese tema. Actualmente los espectáculos de circo se basan en el propio ser humano, siendo, desde mi punto de vista, un espectáculo mucho más artístico y estético.

¿Como relacionar el Circo con la educación? Bastante sencillo, casi cualquier práctica de arte circense requiere de una preparación física, y a mi forma de ver, cualquier educación completa debe llevar algo de deporte incluido, ya sea a través del juego, o en este caso del circo. Existen muchísimas modalidades de artes circenses y todas ellas (incluso los payasos) requieren de esfuerzo físico. Si que es verdad que quizás a veces no disponemos de material necesario para realizar este tipo de deporte (trapecio, tela acrobática, monociclo, etc.) pero hay modalidades que no requieren de material o requieren de muy poco material, como es el caso de los payasos, cuerda floja, malabares o acrobacia de suelo. Además, se pueden proponer talleres de reciclaje, para la construcción de malabares (pelotas con globos, mazas de periódicos, aros de cartón, etc.)

Para concluir este artículo, he de decir que las actividades de educación circense reúnen casi todas las actividades motrices parta el desarrollo personal en todos los ámbitos afectivos, motores, sociales y cognitivos.

Y por último he de decir que este artículo es muy general y es una breve introducción. En otras ediciones iré concretando y especificando técnicas que pueden ser utilizadas en la educación.


Luisette. Badajoz, Julio 2009

sábado, 11 de julio de 2009

Pepita Martin Luengo, Gracias por mostrarnos como ser libres.


El pasado día 1 de Julio de 2009 falleció en Salamanca Pepita, una gran mujer, una gran persona y una gran luchadora. Para muchos, entre los que me incluyo, la figura mas grande de la pedagogía Libertaria. Precursora y fundadora de la escuela libertaria Paideia.

Su ideal anarquista de educación me llenó la cabeza de ideas y el corazón de esperanza, primero a través de sus escritos, después, cuando por tan solo 5 dias pude vivir con ella, el colectivo Paideia y los compañerXs que asistimos al curso de pedagogía libertaria, la forma que tenían de funcionar y de vivir la anarquía.

Gracias a ella pude sentir por primera vez aquello que una vez me hizo plantearme el sentido de mi existencia y mi papel, el que realmente me hace sentirme plenamente una persona, poder algún dia Educar en Anarquía.

Es muy difícil hablar de educación libertaria sin nombrar a Pepita.

Desde aquí, con todo el cariño que cabe en mi, quiero recordarla y enviar ese cariño convertido en lucha a todXs y cada unX de los miembros del colectivo Paideia (Jose Luis, Concha, Olalla, Loli, Rebeca, Amalia…). Y recordar esas palabras que tanto me han influído y habeis recordado en su memoria:

Que la escuela no es ni puede ser neutra, es algo que ya no podemos discutir, dado que cada persona de este mundo posee una particular manera de interpretarlo y eso, en definitiva, no es más que una ideología y con ella educamos, es decir tratamos de transmitirla a a nuestro alumnado ya que pensamos que nuestra percepción es la mejor y como forma parte de nuestra manera de ser y de pensar, lo queramos o no, lo estamos constantemente proyectando y exigiendo.”

Desde mi negro corazón quiero hacer un grito: Josefa Martín Luengo, amante de las personas y la Anarquía, siempre estarás en mi lucha.

Siempre seguirá tu lucha.

RudeSauCe (Pablo, Julio 2009, Badajoz)

lunes, 15 de junio de 2009

El Juego como instrumento de Socializacion

Resulta muy difícil dar una definición de lo que es el juego, dada la variedad de actividades, destrezas, de situaciones y protagonistas implicados, por lo que a menudo se opta por describir sus características más comunes. Por ejemplo, Lianza (1997) señala como típico del juego el hecho de estar regido por una evidente motivación intrínseca, es espontáneo y voluntario, es una actividad que produce placer y en la que hay un predominio de los medios sobre los fines, de manera que jugar se convierte en una meta en sí misma en la que el niño o la niña experimentan con conductas complejas sin la presión de tener que alcanzar un objetivo. Según Lianza y por añadir otras características más, podemos decir que el juego es libre, placentero, pues cada niño y niña siente una sensación de libertad, de atreverse a hacer lo que quiera sin sentirse con la responsabilidad de hacerlo bien, de estar cumpliendo con una obligación (como dice Eugen Fink, “ el juego es un oasis de dicha en el desierto de la vida considerada seria”); reglamentado; separado, pues es una acción que termina en sí misma; incierto, ya que es único e irrepetible, porque nunca se va a desarrollar igual; improductivo, dado que no se persigue obtener un producto ajeno al mismo; segunda realidad: en el juego hay una conciencia de realidad segunda o irrealidad en relación a la vida ordinaria, “somos otra cosa”, “hacemos otra cosa”, rodeando todo de un misterio, un secreto que sólo las personas que juegan compartirán.

Con lo planteado en un principio, podríamos definir el juego como una actividad que se caracteriza por tratar las ideas, objetos o materiales de forma diferentes a la convencional. Las personas eligen a qué y cómo jugar, persiguiendo este único fin. Es una práctica que conlleva intensidad, aislamiento de la realidad, evasión temporal y, en definitiva, libertad y placer.

Además de su definición, otra tarea compleja a la que se enfrentan los estudiosos del juego es su clasificación. Un sistema de clasificación bastante común entre los expertos es diferenciarlos bien por el tema, o por la madurez social de las destrezas implicadas. En cuanto al primero podemos encontrar juego sensorial (manipular objetos, golpear), con movimiento (correr, saltar), simbólico (usar la mano como si fuera un plato del que se toma la comida), juego rudo-desordenado (simular peleas), juego verbal, sociodramático, etc. El sistema de clasificación basado en la madurez social podemos encontrar juego solitario, espectador, paralelo, asociativo ( interactuar compartiendo juguetes, intercambiando materiales y cada uno siguiendo la iniciativa del otro, pero sin adoptar distintos papeles ni cooperar para lograr una meta) y cooperativo (coordinar esfuerzos para lograr metas comunes, repartiéndose papeles y colaborando para el objetivo final).

Son múltiples las potencialidades y funciones que cumplen estos diferentes tipos de juego en el desarrollo de la niña y el niño. En su vertiente más individual, el juego estimula una gran variedad de actividades mentales como el lenguaje, la memoria, el razonamiento, la imaginación, la creatividad y la creatividad. En su vertiente más social, como el juego de dramatización o el juego de roles, contribuyen a desarrollar habilidades sociocognitivas de los niños, así como a ampliar su conocimiento del mundo social.

Por ejemplificar e ilustrar mejor lo expuesto, vamos hacer referencia a un estudio de Jesús Palacios (1999) donde trata, entre otros, tres tipos de juego: el sensorial, el rudo-desordenado y el sociodramático. A través del juego sensorial-manipulativo, niños y niñas aprenden las propiedades que caracterizan a los objetos y las leyes que los gobiernan, al tiempo que se estimula su creatividad y se afirma un sentimiento de seguridad, de confianza y de dominio sobre el entorno. Por otro lado, el juego rudo, desordenado ayuda a los niños y niñas a descargar energía, lo que para algunos – sobre todo si tienen un elevado nivel de actividad- es una necesidad; además, a través de esta modalidad lúdica aprenden a controlar sentimientos e impulsos, a diferenciar entre lo real y lo que se aparenta y a consolidar el sentimiento de filiación social y de cooperación. Por último, a través del juego sociodramático, niños y niñas ejercitan la simulación y se proyectan entre otras personalidades, lo que enriquece su conocimiento social y les permite actuar y experimentar en el mundo de los adultos imitando sus roles sin necesidad de exponerse a las consecuencias físicas, sociales, emocionales o económicas que se sucederían si lo realizaran en la realidad; al mismo tiempo, les ayuda a expresar sentimientos intensos, a resolver conflictos y a integrarlos entre las cosas que ya sabe ( por ejemplo, es típico a estas edades que les asusten las inyecciones; pues bien, si un niño o niña ha pasado un día por esa experiencia, no es raro que al volver a casa disfrute durante horas poniendo sin parar inyecciones a todos sus muñecos y a su mamá). Este último aspecto convierte al juego en ocasiones en una valiosa herramienta de diagnóstico y de tratamiento psicológico de los más pequeños.

¿Cuál es el papel que va a desempeñar escuela con respecto al juego

Desde la escuela se va a procurar en todo momento fomentar una actividad lúdica que haga favorecer la alegría y ganas de relacionarse, motivando y facilitando el juego en grupo. Para desarrollar esta función, desde el grupo pedagógico no vamos a perder como referencia que el juego debe contribuir a que:

- Las niñas y los niños se conozcan y se sientan pertenecientes e identificados con el grupo de iguales

- Cada niño, cada niña, enriquezca su identidad con estas vivencias lúdicas.

- Cada niña, cada niño, se sienta respetado como persona única y diferente.

- Disfruten de los juegos provenientes de diferentes lugares y niñ@s.

La presencia de personas adultas facilitadoras del juego es especialmente importante en espacios como la escuela, donde las niñas y los niños vana estar juntos mucho tiempo y, por ende, se tienen que relacionar. Si se logra crear un espacio de confianza, libertad y creatividad en el cual las niñas y los niños puedan disfrutar jugando, éstos y éstas trasladarán su forma de relacionarse en paz y armonía a otros espacios de la vida como el vecindario, su casa, la calle, los parques, la ciudad… con lo cual, la convivencia será indudablemente más rica y mejor.

Algunas ideas que no perdemos de vista para que las personas adultas favorezcamos el juego de las niñas y los niños son:

- Apoyar facilitando recursos tanto espaciales, materiales, de tiempo, incluso de compañía para el juego cuando lo reclamen o se considere necesario.

- Tener como referencia que el juego es un derecho

- Participación infantil. Es importante dar a las niñas y los niños el protagonismo que les corresponde, creando un espacio de participación donde propongan, decidan y organicen sus juegos

- Ser un modelo de referencia consecuente con aquello que se propugna. Dejando aflorar la actitud lúdica que todos tenemos.

- Saber reforzar positivamente a las niñas y los niños cuando se atreven a proponer en juego en grupo, cuando deciden un juego entre todos y todas, cuando defienden sus intereses o necesidades en relación con un juego, cuando saben escuchar y san escuchar las propuestas de los demás, cuando deben relativizar “la derrota o el triunfo”, cuando arreglan sus juguetes, cuando juegan indistintamente a juegos “ de niñas o de niños”, cuando se inventan juegos…


Este papel de las personas adultas facilitando el juego infantil, lo podemos realizar siempre que no perdamos de referencia que el juego en sí mismo, el juego espontáneo y libre de las niñas y los niños, tienen un gran valor educativo, al contribuir positivamente al desarrollo de la infancia tanto en su evolución psicoafectiva como en la física y cognitiva.

Sabiendo como sabemos que el juego es la forma más natural que tienen los niños y las niñas para hacer suya la realidad que les rodea y de aprender, éste no debería ser un inquilino ocasional de las escuelas relegado a unas migajas de tiempos y espacios, sino un huésped principal, un propietario que habita cómodamente e una casa, donde los niños y las niñas encuentran espacios, tiempos, materiales y personas adultas dispuestas a favorecer su juego, y que además sirven como referente en su relación con personas de diferentes personas. Como sabemos, a través del juego simbólico, niñas y niños imitan lo que ven, oyen, sienten y, sobre todo, perciben, masticando y digiriendo los mensajes que la realidad siembra en su cabeza y en su corazón. Por eso es tan importante que las relaciones entre las personas adultas que les rodean sean sanas y cordiales. Por eso, desde nuestro proyecto educativo, vamos a favorecer que se dé el conocimiento y la relación entre las familias de los niños y las niñas, y por supuesto, con el resto del grupo pedagógico que compone el proyecto.

Esa comunicación sana y cordial puede impulsarse si el juego ocupa un lugar protagonista en la escuela. Y es que sabemos que el juego es un elemento imprescindible para las relaciones humanas que favorece la interacción, la regulación de conflictos, la comunicación y la cooperación.

Por todo ello, abogamos por una escuela que tenga un espacio suficiente para el juego infantil y como hemos señalado anteriormente, que fomente una actitud lúdica que haga florecer la alegría y las ganas de relacionarse entre sí ls peques.

Marcos, Sevilla, Mayo 2008

martes, 26 de mayo de 2009

Pedagogía Libertaria.


¿Qué es?

La pedagogía libertaria es un modo diferente de concebir la educación. Primero vamos a tratar un poco en qué consiste la educación estatal oficial para entender lo que pretende la educación libertaria.

La educación estatal como mecanismo de perpetuación del poder y del sistema:

"La educación siempre busca un objetivo y este objetivo depende del concepto de persona que tengamos y de la sociedad que deseamos construir”.

Por educación entendemos la asimilación por parte de las personas de una sociedad, de los valores y comportamientos que rigen su funcionamiento. Por tanto, las sociedades y sus modelos de funcionamiento dependen de la educación para perpetuarse en el tiempo. Así, la educación tradicional y también la “educación progresista” de las modernas “democracias” occidentales hacen del niño un receptor de un cúmulo de saberes, actitudes, valores, esquemas mentales... previamente definido conforme a los intereses del sistema. Se crean personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural, integrándonos en un sistema injusto y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación. Así, el sistema dominante pretende mantener ciertas estructuras y formas de poder, y para ello necesitan de la educación.

La educación libertaria unida a la transformación global de la sociedad:

La educación libertaria no es un educación progresista absorbida por el sistema, sino una concepción totalmente radical del ser humano, de la sociedad, de la educación. Por lo que no se reduce a unas prácticas educativas. Para poder llevar a cabo un proyecto de educación libertario, es necesario luchar también por una sociedad libertaria, sustituyendo el egoísmo, agresividad, competitividad, culpabilidad, odio, envidia, cinismo... por valores de apoyo mutuo, cooperación, libertad, igualdad, dignidad y responsabilidad.

¿Qué busca?

La Pedagogía Libertaria busca personas hechas a si mismXs, es decir, personas AUTORREGULADAS, que actúen por voluntad propia, no por coacción o normas externas.

Fomenta la autonomía como el derecho del/la niñX a vivir libremente, sin ninguna autoridad exterior que lX condicione. Por lo cual, en una escuela libre se intentará que el/la niñX experimente un aprendizaje natural en contacto con el objeto/persona.

Busca la autogestión del grupo, siendo la asamblea (formada al igual por niñXs y adultXs) el órgano mas importante para el funcionamiento de la escuela, siendo a la vez el órgano contra la permisividad y el abuso de la libertad.

Para formar a personas realmente hechas a sí mismas, la escuela libertaria busca el desarrollo de la inteligencia, la adaptación por excelencia, teniendo en cuenta que toda adaptación conlleva una asimilación por la mente humana y por la actividad propia.

Pretende promover la maduración y la experiencia como interacción con el mundo físico.

Introducir a la evolución social del niñX, centrada en su inicio en el egocentrismo, la asimilación de si mismX, como ser individual, pero a la vez como ser perteneciente a un grupo, buscando la comprensión mutua, el conocimiento profundo de unX mismX y la tolerancia hacia los demás.

Desarrollar la educación intelectual, que no es retener una semiverdad ya elaborada, si no es aprender a conquistar la verdad por unX mismX, cueste el tiempo que cueste y dando los rodeos que haya que dar.

Busca por tanto personas realmente libres, es decir, con una autonomía intelectual y moral, que no es mas que romper las cadenas que nos unen al estado, el sistema y la religión, que tenemos tan introducidos en nuestras vidas. Respetando siempre esta autonomía en lXs demás, fomentándose así una reciprocidad que lo hace legitimo para ellXs mismXs. Se busca potenciar la educación por el trabajo, una ciencia hija de la experiencia y un pensamiento continuamente determinado por la realidad y la acción. Todo esto teniendo en cuenta que hay trabajo cuando la actividad supone una respuesta a una necesidad natural de la persona y procura una satisfacción que es por si misma una razón de ser.


La educación libertaria busca pues, un desarrollo natural del/la individuX, en contraposición con la instrucción desnaturalizada y forzada que se nos imparte en las escuelas ordinarias, autoritarias. Busca gente con una conciencia crítica, que sepa autogestionar su vida y su espacio sin mediación forzada y externa.

¿Qué metodología utiliza?

Los principios, que en mayor o menor medida, sigue la Educación Libertaria son:
Libertad junto con responsabilidad social: Siempre hay que respetar la libertad del individuX pero entendiendo que no se puede tener libertad sin responsabilidad, es decir teniendo en cuenta a los demás y desde la responsabilidad de vivir en grupo. Se busca la libertad individual y colectiva.

La educación libertaria es básicamente un proyecto colectivo basado en la igualdad y responsabilidad, pero donde el/la individuX no pierde su libertad (como sí lo hacía en la educación comunista). La responsabilidad y solidaridad no se puede imponer.

La educación libertaria no busca el individualismo egocentrista o permisividad para con lXs niñXs (nos referimos a la tiranía de niñX postmodernX cuyos caprichos siempre hay que cumplir). El/la niñX tampoco es “una criatura desvalida” que hay que proteger y mimar. Por el contrario, se le trata como persona, con iguales derechos que los demás, pero atendiendo a su individualidad, su edad y necesidades particulares.

Antiautoritarismo: Nadie manda a nadie, todo se hace por compromisos asumidos y desde la decisión colectiva. Se sustituye la imposición por el diálogo abierto y sincero, evitando caer en persuasiones, chantajes emocionales, moralinas... que son otra forma de imponer la autoridad (en este caso, la autoridad moral, que es muchas veces más peligrosa que la directa).

Autonomía y papel activo del individuo en el proceso de aprendizaje: El protagonista es el/la niñX. El fín de la educación es la autorregulación de la persona. El autodidactismo es importante en este punto, permitiendo el acceso a la información que permita aprender por uno mismo aquello que se quiere aprender.

Basada en un modelo de cooperación y de participación: Aprendizaje colectivo, tareas compartidas, toma de decisiones y resolución de conflictos a través de la asamblea. Las tareas cotidianas (como limpiar, recoger, o administrar materiales y dinero del colectivo) se reparten entre todas las personas, manteniendo responsabilidades acordes con su capacidad y posibilidades de edad. La Asamblea se convierte en el marco para tomar las decisiones de grupo sin autoritarismo buscando la mejor solución para los problemas, y donde se asumen compromisos y se auto-comprueba su cumplimiento.

Centrada en el interés de la persona y en la experiencia vital: El interés natural del niñx se considera el motor principal para el aprendizaje, por lo que todo el proceso educativo se centra en la búsqueda de los intereses vitales de la persona. “Aprendizaje significativo” es el que la persona interioriza realmente, comprende y experimenta. Frente a ésto, la educación estatal oficial se basa en un aprendizaje memorístico, acumulativo de saberes desconectados entre sí y desconectados de la vida.

Educación basada en el humor, espontaneidad, diversión, juego... como mejor forma de aprender y de vivir.

Educación integral y holista: Tiene en cuenta todas las facetas de la persona (ya sean intelectuales, físicas, emocionales, creativas, sociales...). Se entiende la educación como proceso ligado a la experiencia vital, a las personas y al medio natural en el que vivimos. Si el sistema oficial, busca la creación de impecables profesionales, especializados en materias muy concretas, la pedagogía libertaria propone, la formación integral de las personas, más allá de su faceta profesional. En la medida de lo posible seremos personas más completas cuanto más facetas humanas desarrollemos, seremos más libres al no depender de los puntos de vista de los otros “especialistas”.

Papel del educador/a: No es el profesorado el que enseña, es el alumnado quien aprende. Su función básica no es enseñar nada, sino ser apoyo de lxs niñxs cuando éstxs lo soliciten. Ofrecen medios, posibilidades, estimulación, cariño, confianza... Son uno más, solo que con más conocimientos y experiencias educativas, pero sin ningún poder sobre nadie para imponer lo que es “verdad” o “bueno”. Hay que evitar crear dependencia hacia ellos/as.

Coeducación de sexos y social: La educación es igual y conjunta, sin discriminación de ningún tipo por razones de genero o económico sociales.

No hay exámenes: Se sustituyen por la autoevaluación tanto intelectual como afectiva y social. Rompiendo con los exámenes como formas represivas y competitivas de evaluación.

No hay cursos ni repeticiones: Se rechaza la clasificación de alumnos por niveles cuyo criterio es la edad, y donde se exige por cada curso una serie de competencias educativas (leer, escribir, matemáticas...) En la educación libertaria, la persona va aprendiendo conforme va queriendo, creándose su propio proceso de aprendizaje libre de las presiones que ejercen las categorías de cursos y niveles. Se crean grupos por edad, pero son flexibles. Los más mayores pueden ayudar a los pequeños.

Autogestión Pedagógica: un modelo educativo que propugne la libertad y la participación de todos sus integrantes, debe ser un modelo autogestionado, independiente de las exigencias y el control del Estado. Por un lado propugna la libertad en el hecho de que no existen entes superiores de los que dependa para su existencia (Administración pública, entidades privadas como bancos o iglesias) y propugna la participación por el simple hecho de que si no son los individuos que lo conforman aquellos encargados de sustentarlo, entonces quien lo hará. Además la autogestión resulta beneficiosa por el hecho de que genera autoestima y desarrolla capacidades, frustradas por nuestra costumbre de delegar en otros y otras. Se rechaza la financiación externa, proveniente de los sectores de poder, porque no queremos ser “lavaderos” de conciencias de instituciones públicas o privadas, que si por un lado financian proyectos para paliar problemática social, por el otro son los causantes de esta misma problemática que cínicamente, intentan parchear.

Principales métodos pedagógicos: constructivismo, modelo sociohistórico, modelo ecológico...

Colectivo Pedagógico-Libertario de Sevilla

http://pedagogiko-libertario.blogspot.com